Los cuidados geriátricos son aquellos que se brindan a las personas mayores o ancianos, teniendo en cuenta sus características físicas, psicológicas, sociales y espirituales. Estos cuidados buscan mejorar la salud, la funcionalidad, la calidad de vida y el bienestar de los adultos mayores, así como prevenir y tratar las enfermedades o complicaciones que puedan presentar.
Los cuidados geriátricos requieren de un abordaje integral e interdisciplinario, que involucre a diferentes profesionales de la salud y otros servicios sociales. Entre ellos se encuentran:
El médico Internista o el geriatra, son los especialistas en el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de las enfermedades propias del envejecimiento.
La enfermera geriátrica, que es la encargada de proporcionar los cuidados básicos y específicos a los adultos mayores, tanto en el domicilio como en el centro de salud.
El fisioterapeuta, que es el responsable de aplicar técnicas de rehabilitación física para mejorar la movilidad, el equilibrio y la coordinación de los ancianos.
El nutricionista, que es el encargado de diseñar y supervisar una dieta adecuada a las necesidades y preferencias de los adultos mayores.
El psicólogo, que es el profesional que se ocupa de evaluar y tratar los aspectos emocionales, cognitivos y conductuales de los ancianos.
El trabajador social, que es el que se encarga de orientar y apoyar a los adultos mayores y sus familias en los aspectos sociales, económicos y legales que puedan afectarles.
Otros profesionales como el terapeuta ocupacional, el logopeda, el podólogo o el dentista, que pueden intervenir según las necesidades específicas de cada caso.
Los cuidados geriátricos se pueden ofrecer en diferentes ámbitos o niveles de atención, según el grado de dependencia o autonomía del adulto mayor. Estos son:
La atención domiciliaria, que consiste en brindar los cuidados geriátricos en el propio hogar del anciano, con la ayuda de familiares, cuidadores o profesionales sanitarios.
La atención ambulatoria, que consiste en acudir a consultas o centros especializados para recibir los cuidados geriátricos necesarios, sin necesidad de hospitalización.
La atención hospitalaria, que consiste en ingresar al adulto mayor en un centro hospitalario para recibir los cuidados geriátricos más complejos o urgentes.
La atención residencial, que consiste en alojar al adulto mayor en una residencia o centro geriátrico donde recibe los cuidados geriátricos permanentes o temporales.
Los cuidados geriátricos abarcan diferentes aspectos o dimensiones del cuidado del adulto mayor. Algunos ejemplos son:
Los cuidados higiénicos, que incluyen la higiene personal, bucal y postural del anciano.
Los cuidados nutricionales, que incluyen la alimentación e hidratación adecuadas del anciano.
Los cuidados farmacológicos, que incluyen la administración y el seguimiento de los medicamentos prescritos al anciano.
Los cuidados preventivos, que incluyen la vacunación, la detección precoz y el control de las enfermedades crónicas del anciano.
Los cuidados paliativos, que incluyen el alivio del dolor y el sufrimiento del anciano en fase terminal.
Los cuidados psicosociales, que incluyen el apoyo emocional, la estimulación y rehabilitación.
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